viernes, 24 de mayo de 2013

HOMENAJE

 

 

HOMENAJE
A LA REPUBLICA DE CUBA
EN SUS CIENTO ONCE AÑOS

 

Hace exactamente 111 años por estos dias, el antiguo palacio de los Capitanes Generales, situado frente ala Plazade Armas, en La Habana, se hallaba engalanado y repleto de visitantes distinguidos, embajadores, altos oficiales del Ejército Libertador y del pueblo de la ciudad, que asistían al nacimiento de una nación: Cuba, que desde ese día, 20 de mayo de 1902, adquiría personalidad jurídica y ocuparía un sitio relevante, por su historia de heroísmo y valor, entre los pueblos libres del mundo.

 

La población de la Isla vibraba de entusiasmo, porque el suceso era el premio merecido a su larga y fiera pelea para obtener la independencia. Se había cerrado el capítulo bélico, y la soberanía, aunque limitada con la ignominia de tratados colonialistas, había pasado al pueblo de Cuba, que iniciaba la marcha para escribir nuevas páginas de su historia, en busca de nuevos éxitos. Así empezó su vida nuestra república, apoyada en la fuerza moral y en la acometividad y energía de sus hijos. Nuestros predecesores tuvieron más amor a los principios que a los bienes materiales. Sólo así se podría concebir que desafiaran durante un siglo el poder de España, quemaran sus propiedades, destruyeran sus riquezas, padecieran todo género de calamidades, por conquistar la libertad, aún para beneficio de aquéllos que nada hicieron por lograrla.

 

Es fácil ahora señalar errores a nuestros libertadores, enjuiciar sus acciones, y trazar pautas para hechos ocurridos en otros tiempos, frente a otras circunstancias; lo difícil es hacer, partir de frente al enemigo, pelear a mano limpia, "con la vergüenza", como quería Agramonte. El problema que hoy confrontamos no es superior al que  confrontaron nuestros padres y abuelos, quizás hasta sea inferior y nosotros lo vemos con el aumento que le confieren nuestras dudas, vacilaciones o conveniencias.

 

Este año celebramos los ciento once años del nacimiento de la República. Es mí mas profundo deseo y anhelo seguir viendo flotar mi bandera libre y soberana, la de esta isla, mezcla de blanco, negro, aborigen, asiático… esta simbiosis de culturas diversas, europea, africana, china, autóctona… En estos dias también quiero dedicar unas palabras de recuerdo a un hombre excepcional para los suyos, a uno de esos tantos héroes anónimos que cada día vemos junto a nosotros y llamamos padres, abuelos… no lo conocí, no tuve esa dicha, pero sus historias han llegado a mi cabalgando amorosas en los labios de sus descendientes, a él, llegando de lejanas latitudes y dejo sembrada su semilla en esta tierra, para hacerla mas hermosa y amada,  también quiero dedicarle este día, allá en la eternidad… que Dios te tenga en su gloria y sepas que estas por siempre aquí.

 

 

H

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